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RECORRIDOS DE LA DEVOCIÓN

El Biellese es sin dudas tierra de santuarios. El más conocido es el santuario de Oropa, uno de los más importantes en Europa. Situado en una sugestiva cuenca, en este lugar sagrado se venera la Virgen Negra llamada Santa Virgen de Oropa. La tradición popular cuenta que el primero en venerar la Virgen en Oropa ha sido Sant’Eusebio, Obispo de la ciudad de Vercelli en el siglo IV; el santo habría llevado consigo hasta Oropa la estatua de madera de la Virgen, esculpida por San Luca, cuyo hallazgo se habría producido en Jerusalem. Se supone que una verdadera iglesia haya sido construida en 1200; desde entonces el santuario se ha ampliado para poder acojer y alojar a un numero siempre más grande de peregrinos hasta alcanzar las dimensiones actuales.
Hoy en día el conjunto monumental está formado por el Claustro con la Basílica Antigua, por la Basílica Nueva y por los edificios laterales en cuyas modernas habitaciones (más de 300) pueden alojar los peregrinos.
Visitar al Santuario de Oropa es decir mucho más que conocer a un lugar famoso. Jamás podremos olvidar sus silencios, su cielo tan claro, el goteo de su fuente llamada “burnell”, sus prados tan verdes donde disfrutar con un picnic. No hay que faltar de admirar, en las galerías a lo largo de los edificios, la colección de ex-voto, verdadero testimonio de la fe hacia la Virgen Negra; la exposición de flora y fauna del Valle de Oropa; el Sacro Monte y, bajo pedido, también el Observatorio Meteoroseismico, la Biblioteca y el Tesoro del Santuario.

En el Biellese se venera la Virgen también en el Santuario de Graglia. El hermoso Valle Elvo, con sus bosques de hayas y castaños, ha sido eligido, en el siglo XVII por el párroco de Graglia Nicolao Velotti, como lugar ideal para construir, en la colina de San Carlo, un Sacro Monte con su gran Templo y sus cien capillas. Desafortunadamente el proyecto originario no pudo desarrollarse y en 1655 surgió la idea de construir una gran Basílica en la colina de la Divina Bontà, donde ya existía una capilla consagrada a la Virgen de Loreto.
El principal promotor ha sido el Duque Carlo Emanuele II, que adjudicó el proyecto del edificio al Capitán Pietro Ardizzi, ingeniero civil y militar. El interior de la Basilica está adornado por una magnifica cúpula octagonal, decorada en 1870 por Fabrizio Galliari, y por la pequeña capilla consagrada a la Virgen de Loreto. La estancia en el Santuario es sin dudas agradable gracias también a sus entornos ricos en bosques y a sus aguas saludables, que fluyen de los manantiales montanos.

Soprepasado el pueblo de Campiglia Cervo, en el Valle Cervo, recorriendo una hermosa carretera rodeada por el verde de las hayas, se alcanzan los 1020 m de altitud del Santuario de San Giovanni Battista d’Andorno. El origen de este lugar sagrado es desconocida: alrededor del simulacro del Santo, llevado hasta aquí hace siglos y venerado en una gruta natural, en el siglo XVII surgió la primera Iglesia. Dicha Iglesia con los años ha sido agrandada hasta conseguir el aspecto que podemos ver hoy en día, con su sugestivo claustro en cuyo centro destaca la fuente “Burnell” y con la iglesia como cornisa. Desde San Giovanni sale una hermosa y panoramica carretera que, pasando por la Galleria Rosazza, alcanza el Santuario de Oropa. 
Al lado de los tres Santuarios principales surgen también otros Santuarios, conocidos como menores, pero siempre ricos por su historia y arte.

LA PASIÓN DE SORDEVOLO
Entre los encantos religiosos de nuestro territorio destaca también la “Pasión de Sordevolo”, una representación sagrada de la Muerte y Resurrección de Jesús en la que se volcan, cada cinco años entre Junio y Septiembre, todos los quinientos habitantes del pueblo de Sordevolo. En un anfiteatro natural, con miles de asientos, se recrea una esquina de Palestina y los habitantes de Sordevolo personifican a los protagonistas del Evangelio. La próxima edicción está prevista para el año 2015.